Las personas físicas y morales realizan importantes inversiones en materia de activos, por lo que resulta indispensable conocer su adecuado manejo financiero para poder observar su impacto en el negocio. Un activo fijo engloba a aquellos bienes de la empresa que no forman parte del circulante; es decir, aquellos que no tienen como finalidad la venta inmediata y no pertenecen a la actividad principal de la empresa, pero son necesarios para asegurar el funcionamiento de la misma. Los términos de activo fijo, propiedad, planta y equipo han sido siempre muy conocidos dentro del manejo general de todo tipo de empresa, principalmente tratándose del tema contable o fiscal.
Acorde a las Normas de Información Financiera la NIF C-6 “Propiedades, planta y equipo” resalta lo siguiente:
Propiedades, planta y equipo – son los activos tangibles (bienes físicos) que:
I. Posee una entidad (sobre los cuales ya tiene los riesgos y beneficios) para su uso en la producción o suministro de bienes y servicios, para arrendarlos a terceros o para propósitos administrativos, sin un propósito inmediato de venderlos.
II. Se espera usar generalmente durante más de un año o de un ciclo normal de operaciones.
III. Su costo se recuperará precisamente a través de la obtención de beneficios económicos futuros, normalmente, por la realización de los artículos o productos manufacturados u obtenidos o de los servicios prestados.
IV. Salvo algunas excepciones, están sujetos a depreciación.
Ahora bien, la misma NIF C-6 menciona el momento a considerar un componente como propiedad, planta y equipo, mismo que se expresa a continuación.
Un componente que cumple con la definición de propiedades, planta y equipo debe reconocerse inicial y posteriormente como activo cuando:
a) Es probable que los beneficios económicos futuros atribuibles al activo fluirán hacia la entidad, usando supuestos razonables y sustentables que representen la mejor estimación efectuada por la administración del conjunto de condiciones económicas que existirán durante la vida útil del mismo.
b) El costo de adquisición del componente puede valuarse confiablemente para cumplir con el postulado de valuación.
El reconocimiento inicial de las propiedades, planta y equipo, la NIF C-6 lo establece como sigue.
Un componente que cumpla las condiciones para ser reconocido como un activo debe valuarse en su reconocimiento inicial a su costo de adquisición.
El costo de adquisición de un componente debe comprender:
a) Su precio de adquisición, incluidos los derechos, impuestos y gastos de importación e impuestos indirectos no recuperables; así como honorarios profesionales, seguros, almacenaje y demás costos y gastos que recaigan sobre la adquisición, después de deducir cualquier descuento o rebaja del precio.
b) Todos los costos directamente atribuibles necesarios para la ubicación del componente en el lugar y en las condiciones necesarias para que pueda operar de la forma prevista por la administración.
c) La estimación inicial de los costos relacionados con una obligación asociada con el retiro del componente, cuando exista una obligación por parte de la entidad al adquirir el componente o como consecuencia de haber utilizado dicho componente durante un determinado periodo.
La misma NIF habla sobre las adaptaciones y mejoras realizadas a las propiedades, planta y equipo, el cual, resaltamos lo siguiente:
Las adaptaciones o mejoras a un componente son desembolsos que tienen el efecto de aumentar el valor del componente existente, ya sea porque aumentan su capacidad de servicio, su eficiencia, prolongan su vida útil o ayudan a reducir sus costos de operación futuros. Aquellos desembolsos que reúnan una o varias de las características anteriores representan adaptaciones o mejoras y, consecuentemente, deben reconocerse como un componente, si se satisfacen las condiciones para su reconocimiento.
El costo de las adaptaciones o mejoras debe reconocerse como un componente por separado del costo de adquisición del activo original. Además de contar con una mejor información, el costo de adquisición de la adaptación o mejora puede estar sujeto a una vida útil diferente de la que se aplica al costo de adquisición del activo original.
Respecto al reconocimiento posterior, destaca la posición de la NIF C-6, puesto que, alude a lo siguiente:
Con posterioridad a su reconocimiento inicial como activo, un componente debe reconocerse a su costo de adquisición menos la depreciación acumulada y el monto acumulado de pérdidas por deterioro, para determinar su valor neto en libros.
Cada componente que tiene un costo de adquisición importante con relación al costo de adquisición total de una partida de propiedades, planta y equipo y que usualmente tiene una vida útil claramente distinta del resto de las partes que integran dicha partida, debe depreciarse de forma separada, salvo que se trate de un componente no sujeto a depreciación.
El cargo por depreciación de cada periodo debe reconocerse en los resultados de éste en los renglones de costos y gastos que correspondan, salvo por la porción que deba incluirse en el costo de otro activo.
Existen diversos métodos de depreciación para distribuir el monto depreciable de un componente de forma sistemática y razonable a lo largo de su vida útil. Entre los mismos se incluyen métodos de actividad, método de línea recta, métodos de cargos decrecientes y métodos de depreciación especial. La entidad debe elegir el método que más fielmente refleje el patrón esperado de obtención de los beneficios económicos futuros del componente, considerando las políticas de la entidad y las características del bien. Dicho método debe aplicarse uniformemente en todos los periodos, a menos que se haya producido un cambio en el patrón esperado de obtención de dichos beneficios económicos futuros.
Conocer el fundamento de la deducción de inversiones y el rubro de propiedades, planta y equipo, nos permite comprender, lo momentos para considerar aun activo fijo y que tratamiento, tanto contable como fiscal, se debe considerar para cada uno, sin embargo, la diferencia radica que, para efectos contables la tasa de depreciación irá en función de la vida útil del activo fijo fijada por la NIIF C-6, mientras que para efectos fiscales se establecen unos porcentajes máximos de deducción, siendo en muchos casos las tasas de depreciación o deducción muy diferentes.
El presente artículo informativo está sujeto a modificaciones que se generen por cambios a las Normas de Información Financiera (NIF) y/o correcciones de interpretación.
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